Estoy taaaan atareada últimamente con la Litenda (SPAM) que no tengo tiempo de leer casi nada, y para que el blog no se quedara abandonado durante tanto tiempo decidí ver algunas películas que tenía en casa, para contaros un poco qué me habían parecido. Así que aquí están, las tres películas que vi durante esta semana.
Recuerdo que vi Juno cuando tendría unos catorce o quince años, y en aquel entonces me pareció una película horrible, que trataba el embarazo de una adolescente con una frialdad poco creíble, así que decidí volver a verla ahora, a mis veinte.
La trama es sencilla, Juno, una chica de dieciséis años se queda embarazada después de tener sexo con un compañero del instituto. Tras intentar abortar en vano, decide darlo en adopción a una pareja que no ha podido nunca tener hijos.
Nuevamente, la frialdad con la que tratan el tema me pareció escalofriante y surrealista. Dudo que vaya a encontrarme algún día con una adolescente embarazada con el humor que posee la protagonista, y ojalá niñas de esa edad no tuvieran nunca que encontrarse en esa situación, y es que un embarazo no deseado puede ser perjudicial tanto para el bebé como para la madre.
A parte de esto, tengo que admitir que los planos y diálogos de la película me encantaron, y que si no fuera por el tema tan delicado que trata la recomendaría mucho muchísimo.
La siguiente peli que vi fue Pequeña Miss Sunshine, que empieza con un primer plano de las gafas de culo de botella de la pequeña protagonista, mientras mira el vídeo de un certamen de Miss America. Lo primero que pensé fue que me encontraba ante una historia del patito feo nuevamente, y que al final de la película nos encontraríamos a una Olive sin gafas, peinada y vestida a la última moda. Pero nada más lejos de la realidad, Pequeña Miss Sunshine nos quiere demostrar que la belleza que realmente vale la pena está únicamente en el interior. Nos encontramos con una familia poco convencional que tendrá que viajar en autocaravana para llevar a la pequeña al certamen de belleza al que ha sido nominada.
Como dije en Instagram, esta película sí me dejó enamorada de verdad, cuenta con esa magia que te hace reír y llorar a la vez, que te deja marcada, y hace que dejes la película a mano, para verla una y otra vez.
Y la última, Like crazy, o Como locos en español, una película de amor del que te roba el corazón y te lo rompe, y lo arregla, y lo vuelve a romper. Amor del tóxico, de ese que no deseas ni a tu peor enemigo, amor del que no puedes olvidar ni con el paso de los años.
Y qué le vamos a hacer si las películas ñoñas en todas sus vertientes me encantan